Blandir la Espada, de Richard Cohen

Posted by Lluís Salvador | Posted in , , , , , , , , , | Posted on viernes, febrero 12, 2010

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En Prólogo:
-Un principio es el momento de procurar con el mayor esmero que las balanzas estén equilibradas.
Princesa Irulán, en Dune, de Frank Herbert, 1965

En cap. 1 Cómo empezó todo:
-La esgrima era divertida, ahí estaba la cosa. La esgrima era terriblemente divertida.
R. Ewart Oakeshott, Deadly Duels: Duels of Chivalry, 2000

-Hunde esto en la carne de otro hombre, y te aplaudirán y te amarán por ello.
Próximo (Oliver Reed) aconsejando a Máximo (Russell Crowe) en Gladiator, 2000

En cap. 2 Convertirse en Maestro:
-Hoy en día el tiro con arco se ... está abandonando en favor de la esgrima: pues del arte de la espada en cada ciudad no hay sólo maestros para enseñarlo, ... sino que además no le ha faltado quien la ponga diligente y favorablemente por escrito, y se ha impreso de manera que todo hombre pueda leerla.
Roger Ascham, Toxophilus, 1545

-Cómo elige defenderse la gente forma parte del carácter nacional en igual medida que la literatura, la forma de vestir o la gastronomía.
Richard F. Burton, The Sentiment of the Swords, 1911

En cap. 3 Una justicia un poco bestia:
-Avanza con gallardía. ¡Que él y César puedan determinar el curso de esta gran guerra en combate singular!
Cleopatra, en Antonio y Cleopatra de William Shakespeare (IV, IV, 36-37)

-Los hombres bien pueden considerar un duello una clase honorable de satisfacción, y sin embargo no es más que una forma pecaminosa o velada de asesinato.
Sir Francis Bacon, Cartas, 1614

En cap. 4 Francia en la era de los mosqueteros:
-El arte de la esgrima consiste en tan sólo dos cosas, en tocar y en que no te toquen.
M. Jourdain en El Burgués Gentilhombre de Molière, 1670

-¡A ver si paráis esa, Rousseau!
Juez revolucionario condenando a la guillotina a Augustin Rousseau, maestro de esgrima de la familia real, 1793

En cap. 5 Los grandes forjadores de espadas:
-El nombre de la espada, dijo la dama, es Excalibur, lo cual equivale a decir que corta el acero.
Sir Thomas Malory, La Morte Darthur, 1485

-Nada le resulta más desalentador a un soldado que descubrir, cuando le ha propinado a su adversario un poderoso golpe con la espada, que la hoja se dobla o que se queda con la empuñadura en la mano.
The Daily Telegraph, 8 de octubre de 1895

En cap. 6 La estocada perfecta:
-Si un experto esgrimista logra inventar un ataque al que resulte imposible resistirse, o una parada que no admita posibilidad de engaño, le aconsejo que tenga buen cuidado de asegurarse los derechos de patente de su invención sin demorarse un instante. Desde luego no tendría dificultad alguna en lanzar a la Bolsa una compañía que cotizaría en los mercados de todas las capitales de Europa.
Barón de Bazancourt, Secretos de la Espada

-Don Jaime dejó el lápiz sobre la mesa e imitó el movimiento del florete con la mano, contemplando la sombra en la pared ... Siempre terminaba en movimientos clásicos, conocidos, que podían ser previstos y esquivados por el adversario. La estocada perfecta era otra cosa. Debía ser algo certero y rápido como un rayo, inesperado, imposible de parar. Pero ¿qué?
Arturo Pérez-Reverte, El Maestro de Esgrima

En cap. 7 Donde la espada es el alma:
-La espada habría de ser muchísimo más que una simple arma; tenía que ser la respuesta a los interrogantes de la vida.
Eiji Yoshikawa

-Las doctrinas de la espada y del zen son idénticas, pues ambas tienen el mismo propósito: el de aniquilar el ego.
Yamada Jirokichi

En cap. 8 Cuestiones de honor:
-1807 El señor Alcock mata al señor Colclough y pierde la razón, 8 de junio.
1808 Monsieur de Granpre versus monsieur Le Pique, ambos con pantalones bombachos, cerca de París; el segundo resulta muerto, 3 de mayo.
1808 El mayor Campbell versus el capitán Boyd; el segundo resulta muerto, 23 de junio (el primero, ahorcado el 2 de ocyubre).
Diccionario de fechas de Haydn: duelos memorables

-Duelos: Toda una tormenta en su contra. No son prueba de valentía. Gran prestigio para el hombre que se ha batido en uno.
Gustave Flaubert, Diccionario de los Lugares Comunes, 1881

En cap. 9 Un pasatiempo para caballeros:
-No es probable que se requiera traje de gala. Casi seguro se exigirá sombrero de copa y levita.
Consejo dado por el Foreign Office al equipo británico en las Olimpiadas de 1906.

-La técnica particular del tirador de armas de fuego estaba volviéndose poco a poco hacia el deporte, como le sucediera al tiro con arco, como le sucediera a la esgrima, como le sucediera al lanzamiento de jabalina o de martillo; el arma común de una época se convertía en la medalla olímpica de la siguiente.
Dick Francis, Twice Shy, 1982

En cap. 10 Espadachines de cine:
-Haz que el espectador sienta el golpe.
Yuen Wo Ping, coreógrafo de combates para Tigre y Dragón y Matrix.

En cap. 11 En el Monte Rushmore:
-John Wayne: Vamos a lamentar verte ahorcado.
Stuart Whitman (incrédulo; acaba de ganar un duelo): ¡Pero si nunca se han respetado las leyes en contra de los duelos!
Los Comancheros, dirigida por Michael Curtiz, 1962

-Entre aquellos que controlan el mundo
y protegen el Estado
no hay uno solo que no emplee
el manejo de la espada en su mente.
Yagyu Muneyoshi (1529-1606)

En cap. 12 Sangre derramada:
-¿Nunca te has preguntado qué se sentiría? ¿Cómo sería la sensación de hundir una hoja real en el cuerpo de otro hombre? Esa inicial resistencia ... para entonces ceder de repente. ¡Y la sorpresa en el rostro de ese otro hombre!
El infame maestro (Eric Roberts) en El Desafío, 1991

-Las heridas de la carne bien puede curarlas la destreza de un cirujano, pero el honor herido sólo lo cura el acero.
De un desafío a un duelo del siglo XIX

En cap. 13 Cicatrices dejadas por la gloria:
-Pues ¿qué hay más honroso que las cicatrices o que los jirones de piel que las guerras han desgarrado?
Samuel Butler, Hudibras, 1658

-Me regocijo ante cada deporte peligroso que veo practicar. Los estudiantes en Heidelberg, con sus rostros lacerados por las espadas, me inspiran sincero respeto.
Oliver Wendell Holmes,Jr, The Soldier's Faith, 1895

En cap. 14 El deporte fascista:
-El único instrumento con el que uno puede llevar la política extranjera es, exclusivamente, la espada.
Joseph Goebbels, Der Angriff, 28de mayo de 1931

-El polémico concepto del deporte que queda resumido en la frase «El deporte por el deporte» es una ficción. El fascismo ha rebatido esa ficción de una vez por todas.
Lando Ferretti, presidente del Comité Olímpico Italiano de 1928

En cap. 15 La mujer que saludó a Hitler:
-Los atletas, por lo general, son gente que se contenta con dejar que sus actos hablen por ellos, que se contenta con hacer lo que hacen. Como resultado, cuando hablas con un atleta ... no es en absoluto probable que se sienta dividido, o distanciado, o que experimente un solo ápice de temor existencial ... El suyo es un egoísmo bien poco común.
Richard Ford, El Cronista Deportivo

-Un viejo conocido mío, Otto Kahn, recorría un día la Quinta Avenida con un amigo deforme. «¿Sabes? ─dijo Kahn─. Yo antes era judío.» Su amigo le respondió: «¿De verdad? Yo antes era jorobado».
Historia relatada por Groucho Marx

En cap. 16 Los campeones:
-Convertirse en campeón no es tan difícil. Lo que es extremadamente difícil es seguir siéndolo.
Aldo Nadi, Sobre la Esgrima

-En el arte del manejo de la espada, siempre entrenáte y disciplínate. Pero no lo demuestres; ocúltalo, adopta una actitud modesta...
Yagyu Muneyoshi

En cap. 17 Éxodo:
-Az okos gazda a kárt is jóra fordítja (Un maestro astuto convierte hasta una derrota en victoria).
Proverbio húngaro

-Si quieres averiguar cosas de los esgrimistas, ponte detrás de uno cuando esté practicando ante un objetivo. Haz explotar un globo a sus espaldas. El floretista hará inmediatamente una entrada a fondo. El tirados de espada se mantendrá firme, inmóvil pero alerta. El sablista se volverá en redondo para atacarte.
Axioma húngaro

En cap. 18 El peso del oro:
-Siembra un acto y cosecha un hábito, siembra un hábito y cosecha una personalidad; siembra una personalidad y cosecha un destino.
Ralph Waldo Emerson

-Más vale una estrella caída que no haber fulgurado jamás.
Oscar Wilde

En cap. 19 Honor traicionado:
-Escrimeur: (deportes) tirador de esgrima.
[Entrada inmediatamente posterior] Escroc: sinvergüenza, timador, explotador, estafador.
Collins French Dictionary, 1995

-¡El Honor! Venga ya.
No existe tal cosa en la naturaleza; no es más que un término inventado para intimidar a los idiotas.
Ben Jonson, Volpone, 1606

En cap. 20 El demonio barbero:
-El mal nunca cree que tiene suficiente, ni siquiera cuando obtiene aquello que desea.
Cicerón, Tusculanae Disputationes, (De las emociones), 44 a. C.

-Toda Alemania haré que amurallen de bronce,
Y que el Rin veloz rodee la bella Wertenberg,
De seda los haré llenar las aulas
En que los alumnos irán espléndidamente ataviados.
Christopher Marlowe, La Trágica Historia del Doctor Fausto, 1592

En Epílogo. Las enseñanzas de la espada:
-El ejercicio de las armas aleja dolores, penas y dolencias, aumenta la fuerza y aviva el ingenio, confiere una perfecta capacidad de juicio, expele la melancolía y los pensamientos coléricos o malvados, mantiene a un hombre lozano y en perfecta salud, y le asegura una larga vida.
George Silver, Paradoxes of Defence, 1599

-¿No desearía acaso todo el mundo practicar la esgrima? ... Es violencia refinada hasta tornarse belleza; va asociada al amor, al honor y al orgullo suicida. A los grandes esgrimistas los consideramos seres superiores, aire y fuego, y no tierra y agua ─algo que no hacemos con los grandes futbolistas o con quienes venden bonos basura─. Al verles pensamos en Cyrano, el Zorro y los Tres Mosqueteros.
James Traub, GQ, 1994

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