Butcher's Crossing, de John Edward Williams

Posted by Lluís Salvador | Posted in , , | Posted on jueves, octubre 30, 2014

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-Todo lo que tiene vida emite señales de satisfacción, y parece que el ganado que descansa en los prados tiene pensamientos excelsos y plácidos. Tal vez estos alciones se tendrían que buscar con algo más de confianza cuando llega el período claro de octubre que denominamos veranillo de San Martín. El día, inconmensurablemente largo, duerme sobre las amplias colinas y sobre los prados cálidos y extensos. Haber vivido durante todas sus horas soleadas te hace sentir longevo. Los lugares desolados no parecen tan solitarios. Sorprendido, a las puertas del bosque, el hombre de ciudad se ve obligado a prescindir de las ideas de grande y pequeño, de sabio y necio. la mochila del hábito le cae de los hombros en cuanto pisa esos andurriales. Aquí hay una santidad que eclipsa nuestras religiones y una realidad que desacredita a nuestros héroes. Aquí descubrimos que la Naturaleza es la circunstancia que empequeñece el resto de circunstancias, y que considera dioses a todos los hombres que aparecen.
Ralph Waldo Emerson, Nature

-Sí, y los poetas llevan el ánimo afligido hacia los pastos verdes, como quien pone a pastar desherrado a un caballo cojo para que se le recuperen los cascos. Como una especie de curanderos, los poetas consideran que el mejor remedio para el corazón enfermo, como para los pulmones, es la naturaleza. Pero, ¿quién mató de frío a mi carretero en la pradera? ¿Y quién volvió loco a Pedro de Hamelín?
Herman Melville, The Confidence Man

reseña en lecturas errantes

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